Omar Marroquín con su desarrollo, Vestik.
Omar Marroquín con su desarrollo, Vestik.
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Vestik, chaleco hecho en Colombia que busca revolucionar tratamiento de fibrosis quística

Omar Marroquín fue premiado con el James Dyson Award por su desarrollo. Un niño barranquillero inspiró esta creación.

Los avances de la medicina han permitido que la fibrosis quística no sea una sentencia para quien la sufre. La expectativa de vida pasó de la niñez a la adultez. Sin embargo, los costos de esta enfermedad huérfana hacen que no sea fácil para todos acceder al tratamiento necesario, sobre todo en Colombia. 

Es por eso que el ubatense Omar Marroquín, diseñador industrial y director creativo Oglivy, desarrolló Vestik, un chaleco que permite a niños y jóvenes realizar fisioterapia respiratoria de manera independiente y cómoda.

¿Qué es la fibrosis quística?

Pero comencemos explicando qué es la fibrosis quística. El neumólogo pediatra Iván Stand, expresidente de la Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica y docente de posgrado de la Universidad Simón Bolívar y la Universidad del Norte, señaló que es una enfermedad hereditaria.

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"El niño va a tener predisposición a la bronquitis y la neumonía, con frecuencia es hospitalizado y disminuye su expectativa de vida. También se asocia a problemas de diarreas frecuentes y pobre ganancia de peso", apuntó Stand.

Recalcó que anteriormente, hace 30 años, el pronóstico de vida era muy limitado, hasta la adolescencia en el mejor de los casos, porque había un compromiso pulmonar muy severo que llevaba al paciente a fallas respiratorias y a una muerte temprana.

El diseñador industrial Omar Marroquín y neumólogo pediatra Iván Stand.

Pero las nuevas terapias han llevado a prolongar esta expectativa de vida e, incluso, hoy quienes sufren de fibrosis quística pueden llegar hasta la adultez, pero siempre con la necesidad de recibir tratamiento constante.

No obstante, los costos de estos tratamientos son elevados, principalmente porque la tecnología es de Estados Unidos y Europa. Ahí es donde entra Omar Marroquín con Vestik.

¿Qué hace Vestik?

Omar, como proyecto de grado, tenía planeado hacer un desarrollo que ayude a personas con enfermedades huérfanas. En su investigación se encontró con la fibrosis quística y, posteriormente, conoció a Stand, quien lo contextualizó sobre la situación real del tratamiento con oscilación de alta frecuencia.

En otras palabras, entendió lo importante de una terapia de persecución para quien sufre de esta enfermedad, sobre todo después de conocer a Alessandro Alfieri, un niño barranquillero de 13 años que sufre de fibrosis quística. 

"Tuve la oportunidad de ir a Barranquilla en varias ocasiones para conocer de primera mano su experiencia de vida, la de su mamá que es Carla y allí fue que entendí. Me inspiró más para desarrollar una solución práctica accesible y que fuese irreverente en el sentido de que no se viera como un dispositivo médico sino como una prenda de vestir y ahí empieza todo este desarrollo de prototipos junto a un equipo interdisciplinario", explicó.

Omar mostrándole el chaleco a Alessandro.

El equipo lo conformaron el neumólogo Stand, una fisioterapeuta, la mamá de Omar como modista y un ingeniero electrónico que desarrolló todo el circuito para que el usuario pueda conectar el chaleco con su teléfono móvil a una plataforma de streaming musical a través de Bluetooth.

Una vez se conecte, el usuario debe reproducir música, el chaleco se activa y por los beats (ritmo constante) de las canciones se realizan las terapias gracias a los motores en los lóbulos pulmonares.

Sistema que tiene el chaleco para poder desarrollo la terapia.

“La terapia permite tener una capacidad respiratoria mucho mejor, porque las percusiones hacen que se aflojen esas flemas y puedan seguir su camino hasta desalojarlas”, precisó Marroquín sobre el funcionamiento de Vestik.

El chaleco se hace con materiales sostenibles e impermeables, para evitar daños en caso de que se moje por la lluvia.

Omar realizó el chaleco con un equipo interdisciplinario.

"Se adapta según la talla de cada uno de los pacientes o dentro de su curva de crecimiento, porque me enfoqué en niños de 10 a 17 años, que es en la edad donde están creciendo y donde tienen mayor brecha, porque los chalecos que actualmente tienen son por tallas, pero adquirir uno nuevo es un costo adicional", agregó.

Todo tipo de música ha sido utilizada en esta terapia, desde salsa hasta reguetón. Pero lo más importante es la reducción de costos, pues actualmente un dispositivo desarrollado en Europa o Estados Unidos oscila entre 30 y 32 millones de pesos, pero la apuesta de Vestik es que salga por un valor entre 10 y 12 millones de pesos.

Omar Marroquín ganó el premio James Dyson Award.

Aún está buscando su aprobación médica para su uso en humanos, pero el desarrollo ha sido tan positivo que ganó el James Dyson Award, que le otorgó un premio de 5 mil libras esterlinas, aproximadamente 25 millones de pesos.

"Esto fue un impulso enorme, valida el trabajo interdisciplinario que hay detrás del proyecto y nos da una visibilidad internacional que nos abre las puertas para alianzas clínicas y productivas", manifestó al respecto.

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